I hate summer

Odio el verano. Sí, lo odio con todo mi ser. A diferencia de la mayoría de las personas, odio la playa, la arena y el sol. Prefiero el aire fresco del invierno, la ropa abrigadita y el mate dulce con tostadas.

Odio los mosquitos que no diferencian el día de la noche, siempre están ahí. Es un milagro que a estas alturas no me haya agarrado dengue o fiebre amarilla. Vivo embadurnada con ungüento para picaduras aroma a mentol. No puedo ponerme un pantalón corto de todas las manchas rojas de mis piernas. Lo que lleva a usar jeans y lo que lleva a...

...sentir el calor. Cuarenta grados a la sombra. Treinta y cinco en el aire acondicionado que no da abasto. No importa qué vistas, siempre hace calor, así sea una micro bikini. Sigue haciendo calor. Tenés suerte si tu aire acondicionado funciona. Eso si...

...no se corta la luz. Con la bendita empresa proveedora de energía que pasó a manos del Gobierno que no puede soportar tanto electrodoméstico encendido.

Es raro que me queje de algo, debe ser algo muy cruel para que lo haga. Heme aquí.

Pero así como odio esta estación del año, también tengo que verle el lado positivo. 

Las vacaciones. Oh, sí. Por fin un descanso después de todo un año de dormir poco, comer poco y descansar poco (porque soy de las que piensan que dormir y descansar no es lo mismo). Aún así, hay que seguir estudiando, pero eso ya es porque uno eligió ese camino.

En fin, mejor me voy a descansar. Mañana otra vez a abrir la puerta del enorme horno llamado exterior.

>See you later.

• Listening: "Into the night" by Carlos Santana and Chad Kroeger