Esta Cenicienta ya ha pasado por noches increíbles y por eternas tardes de tristeza. Esta Cenicienta ha amado al Príncipe azul y al vagabundo pensando que ese podía ser su cuento de hadas. Esta Cenicienta ha reído con chistes malos y ha llorado por razones que estaban más allá de ella.
Esta Cenicienta ha caído y ha llenado de lodo su mágico vestido. Pero esta Cenicienta se levantó y lanzó sus zapatos de cristal bien lejos para correr en libertad.
Para ser, finalmente, feliz. Por el tiempo que dure.

jueves, 10 de febrero de 2011

Eso que dicen tus ojos

Ella se siente pequeña, insignificante, diáfana. Como si se tratara de un pedazo de vidrio –estrellado, por supuesto- por el que la gente observa, pero cuyas miradas lo traspasan.
Ella nunca parece estar allí.
Ella se siente sola la mayor parte del tiempo. Pero sola de la peor manera: rodeada de mucha gente. De mucho ruido. De falsas risas y sonrisas.
Ella no piensa que es bonita y cuando se quiere hacer creer que lo exterior no importa en un malogrado intento de sentirse mejor al menos por cinco minutos, ni siquiera puede ver qué puede tener de bueno en su interior.
Ella se siente triste gran parte del día. Y llega la noche y se pregunta qué ha hecho en las anteriores veinticuatro horas. Algo digno de mencionar, algo que a alguien le importara. Le ha dado de comer a su gato ¿y qué? El pequeño micifuz le agradeció con un maullido y luego durmió el resto de la tarde. Olvidándose de su presencia.
Como todo el resto.
Ella piensa, durante la noche, insomne como siempre, cuáles serán sus virtudes. En qué es medianamente buena. Qué cosa es capaz de hacer que siquiera sea relevante para alguien.
Ella recibe la contestación del silencio. El canto de un grillo, quizás. Pero ninguna respuesta a su pregunta.
“Algo bueno Dios me ha de haber dado”, musita taciturna. No quiere llorar, otra vez. No, no vale la pena. Pero antes de que pudiera detenerla, una lágrima amarga escurre por su mejilla y se entierra en el laberinto de su oreja.
Ella gime, desconsolada, perdida.
No puede encontrarse a sí misma. No quiere volver al lecho de oscuridad del que le ha costado tanto esfuerzo salir, del que aún lucha para no regresar. No desea volver a pensar en estupideces, no más buscar salidas desesperadas.
No todo debe terminar con la muerte.
Y de ese modo, en medio de las lágrimas, ella duerme cuando el cielo comienza a aclarar. Y es un sueño el que contesta su duda existencial. Mas al despertar no recordará la respuesta o le quitará importancia al ser un truco de su subconsciente.
“Me haces feliz”, susurra el moreno acostado a su lado, acariciándole los cabellos con un cariño inmenso.
Su piel desprende un aroma amaderado y aquellos ojos castaños la miran con fijeza y con devoción. Como si ella fuera la razón de su existencia.
Como si en verdad aquella blanca sonrisa fuera causada por ella.
Ella lo conoce. Más que a sí misma por descontado.
Él parecía tener el secreto que ella buscaba. Las repuestas de sus preguntas. El mapa de su ruta.
Y ella lo amaba más que a nada, por esas y miles de otras razones.
Ella sólo ríe. ¿Cuán irónico sonaba aquello?
¿Cómo ella podía ser causal de tal felicidad cuando no sabía ni siquiera quién era ella misma?
¿Cómo ella podría dibujar aquel brillo de adoración en esos ojos cuando el causante del brillo de los suyos era él mismo?
“Sencillo, bonita”, dice él, leyéndole el pensamiento como sólo en los sueños puede suceder. “Porque cuando tú quieres lanzarte al precipicio, yo tiro tu mano para regresarte a salvo. Porque cuando intentas boicotearte, yo estoy allí para evitar que tu mente se llene de todo aquello que en el fondo no quieres. Porque sé que harías lo mismo por mí. Y en pocas palabras… porque te amo”.

***
Escrito inédito (aunque en este site todo lo que suba es inédito). Lo que quiero decir es que es nuevito, salido del horno hace un par de semanas. 
Es bueno darle un buen uso a la realidad...

Ando muy atareada por eso tanta distancia entre mi última entrada y esta. En fin, ya tengo fecha de exámenes y sólo me queda una semana para tales, por lo tanto voy a seguir un tantín más desaparecida.

>See you later :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tenés algo que decir? Vamos, expresate :)